donald curtis
...y dios los olvidoEra un cartel engañoso. Pero estaba allí, a la entrada del pueblo. También el tiempo era engañoso. En el suroeste resultaba difícil que lloviera. Y más difícil aún que lloviera
al filo de la ejecuciónJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
al fondo del subconscienteLas ruinas romanas de Baalbek quedaron atrás. Un rótulo, en la carretera polvorienta, indicaba: «A Beirut». A un lado, había montículos cubiertos de vegetación. Al otro, un abi
amorosamente mortal—Es su misión, Ulah. —¿Matar? —Matar, sí. Ya sabe a quién. Limítese a eso. No haga ninguna otra tarea durante su estancia en los Estados Unidos. Simplemente… mate. Mate a esa p
ardiente día de solEl martillo descargó cuatro secos golpes en cada esquina del papel rectangular.El pliego quedó adherido al tronco del árbol, con los cuatro clavos hundidos firmemente en la mad
asesinatos en el sohoMiró a su asesino con una mezcla de helado estupor y de terrible incredulidad, antes de que el arma bajase de nuevo, goteando sangre, para clavarse despiadada en sus pechos peq
asesino de cristalXKW TV., presenta su programa nocturno predilecto, «Crimen de 8 a 9.» la bra su televisor un minuto antes de las 8 P.M.I» «'Máscara Púrpura' sigue su siniestra carrera de críme
asesinos de la fronteraJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
ataúd para tiES un invierno muy frío. El más frío que he conocido—había dicho Barry Aubrey, al abrir la puerta vidriera, en medio de un aullido de viento y un remolino de sucia nieve.Nadie
azote de sangre y solJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
bajo bandera negraBajo bandera negra es la historia de un chaval de buena familia que se ve obligado a huir de casa para salvar la vida. Su tío ordena asesinar a sus padres y trata de matarlo a
bésame asesinoEL F.B.I., entre otras obligaciones, tiene la de velar por la seguridad nacional, por la solidez de los principios del país que defiende y por las garantías constitucionales de
blanco para morirDoris abrió los ojos. Era la primera vez que lo hacía, en mucho tiempo. Ella no sabía exactamente cuánto. En realidad, no sabía nada de nada desde el momento en que sucedió aqu
buitres de fuegoLa diligencia se detuvo ante la parada de postas de la Wells & Fargo, en el centro de la polvorienta calle.Los habituales curiosos la rodearon, tratando de ver a quienes llegab
caciques de hierroJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
calavera rotaEl balazo de un borracho pendenciero y torpe, como Jules Normand, acabó con la vida más poderosa de toda la comarca en solo un segundo. Fue un suceso desgraciado y terrible par
caliente es mi sangreLa mano cayó sobre su boca. Luego, sobre la nariz.Chorreó sangre, y el paladar sintió el salobre, viscoso gusto. Sacudió la cabeza, justamente cuando recibía otro bofetón treme
canción de muerteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
cantina de los hombres muertosJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
capitan vengadorYa todo había terminado. Resultaba difícil creerlo, pero era así. Este era el fin. El fin de todo. Cuatro años de horrores, de sangre, de muerte, de hambre, de destrucción, odi
capuchas negrasMATT GREGSON sabía demasiado.Se dio cuenta de eso tal vez excesivamente tarde. Y tuvo miedo.De haber sucedido antes, quizá las cosas fueran distintas, pero se percató de inmedi
cara de niñoEl doctor Stout abrió la puerta. Su aparición en la sala fue acogida con el más denso de los silencios. Cerrando de nuevo tras sí, miró larga y gravemente a uno de los tres per
carroñaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
centauros negrosEl comisario no opinó en este caso. Después de todo, el preso tenía razón. Ocho horas no eran muchas, aunque a él, particularmente, le parecerían siglos. Y al hombre encerrado
cerca del solEra una pared blanca. Muy blanca. Pero salpicada de desconchados. Debajo se descubría el adobe. Y los boquetes de bala. También había manchas oscuras, como de óxido. Pero él sa
cerco brutalLEVANTÓ los brazos armados. Le pesaban como plomo. Pero aún podía soportarlo durante horas. Y días, inclusive. Llevaba la camisa remangada. El sudor corría por su vello moreno
cerco de sombrasVuelven Doug Martin y Audrey como matrimonio ya consolidado y un tiempo después de su primera aventura. Esta obra da título al volumen. Nuestro periodista de sucesos vuelve a i
cerco de tinieblasMark Scott. Dado de alta... Le tendieron una tarjeta azul con un sello. Encima de la tarjeta, brillaban unos gruesos cristales. Detrás, unos ojos fríos e impersonales, como tod
cita con el crimenEn realidad, Danny Sheridan no tuvo ninguna oportunidad. El «gran Sheridan», como le llamaban sus compañeros de set en la televisión; el fabuloso Sheridan, para todo el público
clave: ojos verdesEstaba seguro de, ello. El hombre sabía que iba a morir. Ahora intentaba huir a su destino. No sería tarea sencilla. En cualquier lugar de la ciudad, tras un recodo de las ilum
código invisibleRecordaba uno de los luminosos, policromos óleos de Gauguin. Una de sus obras bajo el sol radiante de Tahití, con su mescolanza de color, de armonías, de sensualidad caliente y
con la muerte a bordoLa novela trata de una investigación a bordo de un pequeño y viejo Bergantín, el Skeltor. El teniente de la Marina inglesa Stuart recibe el encargo del Almirantazgo de investig
crimen en bluesCaminé despacio hacia el mueble. Alcé la tapa. Puse la placa sobre el plato. Pulsé una de las recias rojas y blancas. El aparato comenzó a funcionar. La melodía se extendió sua
cuando cabalgan los muertosHoward Wingate se paró en seco, como si le hubieran soltado de repente un bofetón. Giró su cabeza leonina, de blanca melena, frondosas patillas y rostro enrojecido, casi apoplé
cuando jamás llovióLa cuerda cayó sobre el recio madero que sobresalía del edificio. Era una buena e improvisada horca. Colgó el nudo corredizo, esperando el lazo a rodear el cuello de la víctima
cuando la violencia rugeEl marshal Hunter pegó con su espuela en el rostro del hombre tendido a sus pies. El desdichado aulló de dolor, y el metal dentado rasgó su mejilla profundamente hasta el pómul
cuando mueras , lo sabrásEl Viajero disparó antes.Muy poco antes, la verdad. Pero lo suficiente para su pellejo. Lo suficiente para agujerear a tiempo la piel del otro.El Viajero no parecía tener ningu
de carne y de odioPrimero, estaba ya el yermo. Luego, los cactos, las chollas, los peñascos y los matojos, formando una masa gris y caliente. Más allá, otra vez el plano áspero y ocre reseco y q
después de morirEl hombre estaba sentenciado a morir. E iba a morir. Sabía que tenía que morir. Inevitable. Fatalmente.
después de morir lincolnJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
destinado a la horcaPrimero, estaba ya el yermo. Luego, los cactos, las chollas, los peñascos y los matojos, formando una masa gris y caliente. Más allá, otra vez el plano áspero y ocre reseco y q
diosa de mundos perdidosLa red parecía tener vida propia. Era como un extraño monstruo entrelazado, sinuoso y sutil, que al contacto con la sudorosa piel humana, empezara a contraerse y espesarse, adh
donde reina la muerteLe iba empujando con la mano, mientras con la otra sostenía el «Colt» amartillado justo sobre la sien derecha del celador, que avanzaba con piernas temblorosas, convertido en u
dos negros coltsUn disparo silbó junto a su cabeza. Rozó las alas de su raído sombrero, perdiéndose luego la bala en el vacío. Espoleo con más fuerza a su caballo, y éste aceleró su cabalgada
drácula en el oesteLa tormenta estaba en todo su apogeo. Lluvia, viento y fulgor de relámpagos, se unían formando un todo infernal, subrayado por el fragor sordo y profundo del trueno. Era como s
dragones en californiaCésar Hidalgo se dispuso a cerrar las puertas del local. Había sido una noche de duro trabajo, hasta altas horas de la madrugada. Después de todo, en aquella ciudad la gente pa
duelo contra nadieDicen que hay vida aún en los pueblos-fantasmas del Oeste…Dicen que donde hubo oro o plata, donde los hombres murieron violentamente, y donde ahora todo es polvo, silencio y ab
duerme para siempreLa pistola se apoyó en su sien. Era automática. Del nueve largo. —Vamos, Kirby. Sin hacer aspavientos, ¿eh? La pelirroja del seno agresivo, quiso chillar. Todas quieren gritar
edición en rojoHollywood podía ser lo más parecido a una ciénaga. El mundo entero podía serlo alrededor de uno, cuando ese uno ha caído tanto como había caído Pat Gilbert. Se pueden hacer muc
ejecución—Dennis Howard… —Muerto. —Fred Clarence… —Muerto. —Hamilton Banbury… —Muy grave. Sin esperanzas. —Stephen Broddell. —Muerto. —Nelson Matthews. —Grave. Mutilación de una pierna.
el árbol del extrañoEra un árbol singular. Alto, retorcido, casi desnudo. Ennegrecido y como abrasado. De ramajes sin hojas, extendidos hacia la altura, igual que brazos sarmentosos que clamaran p
el bucanero fantasmaEl bucanero Christian Laurent, apodado "el ángel negro", es traicionado por uno de sus hombres y va a ser ajusticiado en Providence, pero antes de subir al patíbulo escribe una
el corsario de oroLas banderas ondeaban a media asta sobre el castillo de Haversham. Eran la señal de duelo que toda la comarca de Wiltshire había estado esperando durante largas semanas. Justam
el corsario escarlataCorren tiempos turbulentos en la corte del Rey de Francia. El cardenal Richelieu conspira en las sombras contra el poder del monarca y contra los nobles que le son fieles. Marc
el desfiladero doradoLos dos hombres cambiaron una mirada en silencio. Después, como de mutuo acuerdo, ambos desenfundaron sus revólveres. Al amartillarlos, los percutores emitieron un seco chasqui
el destripador viajo al oeste'El Destripador viajó al Oeste', de Donald Curtis (Juan Gallardo Muñoz. Hay cuatro ediciones.Es bien sabido que Juan Gallardo sentía cierta debilidad por los crímenes de Jack e
el diablo usaba un «45»Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el exterminador fantasmaLos organizadores del «rodeo» comenzaron a maldecir, mientras los asistentes corrían a refugiarse del aguacero y las instalaciones de la feria se convertían rápidamente en un l
el frio roce del reptilRush Navajo Snake era su nombre. Era un tipo peculiar. Siempre lo había sido. Posiblemente el más peculiar de todos los habitantes de aquella región. El más respetado también,
el galeón negroEn un suburbio portuario de la ciudad de Dublin, una figura se mueve en la noche y se detiene frente a una casa, donde acomoda un bulto. Minutos mas tarde una fuerte explosión
el hombre de ámsterdamIncluye: El vengador en la sombra un relato policiaco de Donald Curtís En nuestros tiempos, la labor de un organismo tan vasto y complejo como la Oficina Federal de Investigaci
el juez sin rostroJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el monstruo va al oesteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el pistolero fantasmaStephen Ward detuvo su carromato delante del almacén general. Miró en derredor, inquieto. Eran malos tiempos. Sobre todo para él y los suyos. Y para todos los que, como él, era
el pistolero que no existíaLa lluvia empezaba a ser torrencial. El viento, además, se había levantado con intensidad, agitando violentamente los arbustos y matorrales del llano, así como algunos disperso
el poker del miedoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el pueblo de la muerteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el pueblo de los muertosJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el revolver es mi ley—ESE es Johnny Tucson. Con indiferencia, «Diamantes» Langstrom alzó un segundo la mirada. Vio pasar al hombre. Luego, estudió, con las cejas arqueadas, a sus dos oponentes. —Bu
el ritual de la sangreRecordad todos, vecinos y autoridades de Wollenstein, que muero lanzándoos mi maldición, puesto que éste es también un crimen que vosotros cometéis en mi persona, en nombre de
el sheriff de la muerteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el sol bajo la pielEl sudor pareció estallar dentro de mí, derramarse pegajoso por mis poros. Intenté moverme. No pude. Nadie puede moverse cuando las ligaduras aprietan tanto, cuando el cuerpo y
el tren de la calaveraJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
el tren que desaparecióEra una situación difícil. Difícil, incluso para un hombre como Maxwell Cassidy. Difícil incluso para un esforzado y duro agente de la Pinkerton. Y daba la casualidad de que Ma
el veneno de la cobraLos estampidos fueron bruscos. Muy bruscos. Tanto, que los buitres que se hacinaban sobre los restos de un caballo descarnado y maloliente que yacía en el desierto, levantaron
en el oeste hay dragonesJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
enigma para sallyKervin Donovan estaba satisfecho. Siempre era agradable dar por resuelto un caso. Y un caso con chantaje, secuestro y homicidio final. Un bonito asunto para enviar a alguien a
epitafio para un pistoleroJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
es mi venganzaParó su caballo. Era allí. Justamente allí. No se podía olvidar. Ni siquiera en tantos años. Una cosa así no se olvidaba jamás. Por eso estaba ahora erguido sobre la silla, mir
escorpiónKENT Freemont recibió el primer impacto en pleno mentón. Fue como si crujiera toda su cabeza, desgajada por una fuerza ciclópea, su cerebro tintineó con mil campanas a rebato,
escorpión negroDestacaba mucho sobre el árido paraje reseco, agrietado por la ausencia de lluvias, con la tierra cuarteada y áspera. Sólo él y los matojos grisáceos que emergían entre las roc
espectro que cabalgaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
esqueletos en la nocheJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
eterna es la noche—Mark Scott. Dado de alta… Le tendieron una tarjeta azul con un sello. Encima de la tarjeta, brillaban unos gruesos cristales. Detrás, unos ojos fríos e impersonales, como todo
eternidad en mis manosAlan Sharkell, despierta, tras once años de hibernación, en la nave Futura, enviada en 2067 a los confines del espacio, y descubre que sus otros diez compañeros están muertos.
exterminadorSalió de las oficinas, encaminándose con rapidez a una edificación cercana, cuyos bajos ocupaba un amplio saloon de llamativa fachada, llamado La Rueda de la Fortuna, donde anu
extraña risa de muerteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
extraño y mortiferoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
extraños pistolerosVirgil Drury, llega a las Black Hills de Dakota del Sur para instalarse una temporada en un pueblecito que está a tiro de piedra del mítico Deadwood. Drury es un pistolero prof
falso agenteSTEVE Marvin... —Presente, señor. El inspector Gary Milner levantó la cabeza y miró curiosamente al hombre que entraba en su oficina, erguido y como en posición militar de firm
flores en tu funeralEra una rubia impresionante, de esas que uno sigue por la calle durante un largo trecho, tratando en vano de romper el hielo con galanterías, las más de las veces trasnochadas.
führer-bunkerVersión ligeramente recortada de Patrulla de Combate 202, pero en esta se incluyen notas al pie. En los últimos días del Tercer Reich al teniente Karl Martin, un desengañado de
grabad mi epitafioLA chica estaba asustada. Muy asustada. Chocó conmigo de un modo violento. Justamente cuando yo iba a cruzar la puerta posterior del garito de Lou Grazziano. Todo el mundo que
grito de rebeldíaLas estadísticas decían siempre que podía correr la sangre una vez o dos cada cinco minutos en la ciudad. Pero, a veces, las estadísticas eran demasiado frías, y no detallaban,
guerreras azulesEl teniente Jeff Talbot, de los Ejércitos Federales, contempló desde su montura, con ojos entornados, el grandioso panorama de la frontera con los dos grandes Estados del Sudoe
halcones sobre jamaicaEn la sala se respiraba la solemne atmósfera de todo proceso judicial que podía implicar la pena de muerte, circunstancia que todos los presentes sabían que iba a producir el f
hasta el último disparoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
he venido a matarteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
héroes y vencidosJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
hoguera para los héroesA veces, regresar era difícil. Muy difícil. Siempre era penoso volver a un sitio de dondeuno se había ausentado ya una vez, con amargura y tristeza. Y, sin embargo, estaba regr
hollywood, horror showLos actores parecen estar viendo allí, ante ellos, al otro personaje. Lo hacen todo exactamente igual en los mismos escenarios y con las mismas luces. Pero la voz ronca, susurr
holocausto para las bellasERA una hermosa estatua. La más hermosa de todas, La más perfecta. Sus manos se deslizaron como palomas aladas, suaves, apacibles, hasta envolver las formas abstractas, inconcr
hombre de ninguna parteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
hombres de estampidaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
hombres sin ley—Mi querido amigo, esta vez voy a jugarme hasta los tres mil dólares en mi baza. ¿Se arriesga? King bostezó. Siempre bostezaba con igual delicadeza y aburrimiento cuando un adv
horror en broadwayLa fortalezainexpugnable, los muros de enorme espesor y gran altura, las torretas metálicascon agentes armados de ametralladoras y de potentes reflectores, el sistemaelectrónic
imposible sobornoLa inauguración tenía lugar aquel día. Era una más en una larga serie de inauguraciones programadas, y ello revelaba la gran capacidad industrial de sus promotores. En esta oca
intriga en europaYa estaba allí. Ante él. Esplendorosa. Una sinfonía limpia, irisada, de oros y azules, de verdes y blancos, de ocres y rojos. Ella… La Riviera. Había dejado definitivamente atr
jazz caliente—Situada en la Nueva York de los años’30, esta palpitante novela de suspenso relata las aventuras del detective privado Harry McNeil, dispuesto a descubrir al autor del asesina
jinetes de leyendaCatorce de agosto de 1876. Era la fecha. El día. No se podía decir de él que iba a ser un día difícil de olvidar, al menos para Bart Royce. Porque Bart Royce no iba a olvidar n
jinetes del crepúsculo Incluye aventura gráfica Hombres de acero. Abilene era una ciudad tan celosa de su responsabilidad, que para evitar los riesgos de un linchamiento, muy fáciles a causa del ex
johnny regresaNaco. Era el nombre. Aparecía en el tablón, claveteado a un árbol. Naco. Nuevo México. A dos millas, la frontera. Y México. La diferencia no se notaba. No podía notarse. Las ca
justiciero anónimoEl general McCoy se frotó su bien cuidada barba salpicada de hebras plateadas, atusó su bigote marcial, de erguidas puntas, y sonrió mirando a su interlocutor con aire displice
la cabeza de «gringo» goldJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la calavera asesinaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la carga de llano rojoEl sol se ocultó tras la línea irregular del horizonte. Una tonalidad rojiza, de matices sangrientos, perfiló las siluetas de las lejanas montañas. En el porche de la hacienda,
la cobra negraOtro hombre apostado junto a la puerta, volvió a reponer las balas en su revólver, mientras juraba obscenamente, con una ojeada dura, ominosa, dirigida al pequeño, al que con g
la dalia grisTerry Allyson estaba cansada. Había sido una noche de mucho trabajo. Todas las noches se trabajaba en el «Merlinʼs», pero aquélla aún fue peor. El homenaje a Lena Barrett había
la dama apretaba el gatilloJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la dama del colt de oroJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la dama en la nieblaJean Jabert contempló pensativo a su clientela. Movió su enorme humanidad tras el mostrador, llenó de vino las jarras y los llevo a las mesas donde repetían consumición, que er
la dama usaba venenoEl sargento asintió en silencio. No esperaba más del forense. Era todo lo que él suponía de antemano. Se echó hacia atrás el sombrero, pensativamente, y luego recorrió con una
la fría piel de la muerteComenzó aquel día lluvioso y húmedo. Comenzó en aquel hermoso edificio de piedra y mármol, de grandes y rápidos ascensores, de cristaleras donde se reflejaba la ciudad como en
la herencia de katty kaneJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la horda del terrorJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la isla de las tinieblasLa trama transcurre en el Caribe, en 1697. Francia, Inglaterra y España han firmado el Tratado de Ryswick, que permite la paz en la zona. A Don Diego de Soto, excelente espadac
la justicia del murciélagoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la legion del colt 45Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la ley de los asesinosJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la leyenda de la calaveraLa guitarra rasgueó sus notas en la noche. Eran notas típicas de la música mexicana, entre alegre y melancólica, sentimental y a la vez risueña. Luego, la voz bien timbrada ent
la muerte elije—Lo siento, Doug, pero queda despedido. Y como si el decir esto hubiese sido algo superior a sus fuerzas, mi jefe se recostó con indolencia en su asiento. Era muy natural. Habí
la novia en el ataúdDespertó de repente.Con una sensación de frío y húmedo terror que le calaba hasta los huesos y hacía temblar sus carnes con unos espasmos febriles. En principio no supo el porq
la quebrada del terrorEstaba a punto de llegar el invierno. La hojarasca amarillenta de las arboledas otoñales comenzaba a tomar un tinte más oscuro, allá en el fondo de la hondonada. En cambio, las
la señal del reptilLos dos jinetes se detuvieron, chorreando agua sus sombreros, empapadas sus ropas. Cambiaron una mirada en la casi absoluta oscuridad. Los fulgores leja nos, de color cárdeno,
la serpiente de plataNo era de oro, sino de plata. Y estaba muy gastada. Tenía la forma de una serpiente enroscada, que se mordía la cola, formando el aro del anillo. Se podía ver claramente la cab
la sombra del vengadorJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la verdad sobre los daltonJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
la vorágineNo había sido difícil.Apenas unos momentos, unos cortos minutos de angustia, esperando el fracaso de su intento, y con ello el desastre definitivo, y allí estaba ahora. Libre.¡
las curvas del peligroEddie Kingsby accionó suavemente el volante. Conocía aquella carretera como las rayas de la palma de su mano. Con igual suavidad que la impulsada al volante, las ruedas del lar
las lágrimas de budaKato sepultó las manos en los bolsillos de su sobretodo negro. Miró al exterior, a través de los ramalazos de lluvia, visibles desde los ventanales encristalados del templo. Ma
las manos de nolanEl grupo de jinetes se detuvo en medio de oleadas de polvo caliginoso al borde de las tiernas del «W-Barra-Estrella». Una vez, allí, los hombres saltaron a tierra rápidamente,
las pistolas del miedoLou Derringer miró al fondo de la calle. Contó los enemigos que tenía enfrente. Ya su primer cálculo había resultado acertado. Él no se equivocaba fácilmente en esas cosas. Le
leyendas de los hombres de oroJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
lo siento, queridaFrankie Farrell sacó su petaca de mal whisky, echó un trago, después otro, e hinchó el pecho con aire de héroe legendario. Se dijo que si ahora no se atrevía, no se atrevería n
los aniquiladoresÉl era, después de todo, un hombre rico. Pero estaba seguro de que, aun no habiéndolo sido, hubiese obrado de igual forma. Había algo que estaba por encima de la fortuna person
los dólares de la muerteEL primer robo había tenido lugar en Dayton, Ohio. El segundo, en Gary, Indiana. El tercero ocurrió en Detroit, Estado de Michigan. Fueron tres robos poco importantes en su cua
los furiososEra una trampa mortal, y ella lo sabía. Pero su caballo tampoco pudo ayudarla más. Había corrido mucho y bien. Posiblemente le fallaron las fuerzas, o encontró una desigualdad
los implacables—¡Me molesta ese cartel, Gribbs! —aulló uno de los cinco jinetes, levantando la tremenda pieza de metal niquelado que constituía su armamento. —¡No dispares, Hodman! —gritó el
los poseidosMarty Kellog detuvo, su automóvil, un descapotable pequeño, azul y blanco, a la entrada de la ciudad. Había allí un parador de carretera. Un hombre de mono azul celeste, salió
los que tienen sedIntentó incorporarse. Se aferró a la pierna del más cercano a él, pero no fue mucho más allá. Recibió un patadón en la otra pierna. La bota se estrelló en su boca, partió su la
los rostros de caín—¿Preparado, doctor? No respondió. Parecía no haber oído siquiera la pregunta. Estaba contemplando algo, en el muro. Quizás el emblema de la Medicina, quizás su viejo título, s
los tenebrososEl fiscal se irguió lentamente, dando unos pasos calculados, dramáticos, en dirección al acusado. Los miembros del jurado y el propio magistrado cuya blanca peluca asomaba como
los títeresERA terrible. Sabía la verdad, y esta era realmente terrible. Nunca había sucedido nada igual. Jamás pudo nadie imaginar una cosa parecida. Solamente una fantasía delirante era
luna de sangre y muerteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
maquillaje para morirSe llamaba Marty Rhy.Llegó a Long Beach en los primeros días del verano. No pensaba hacerlo, pero «Blondie» renqueaba un poco. No tuvo otro remedio que hacer escala en Long Bea
mar de naves perdidasEl corsario inglés Sir Randolph Cartland se hace con el galeón español Sol de Castilla, cargado de oro, así como con su tripulación, en la que además está incluida una joven da
marca de asesinoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
marcado como caínJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
máscara de terrorDon Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares y valido del rey don Felipe IV, contempló ceñudo a su visitante paseando inquieto por entre los oscuros, sobrios cortinajes de la
matando con músicaCuando Mike Doyle descendió la escalerilla del avión, en el aeropuerto de Londres, no podía imaginarse que aquel sencillo modo de pisar tierra británica iba a ser el prólogo de
medidas para un féretroJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
miedo en las venasSólo recuerdo borrosamente lo sucedido. Y sin embargo, allí comenzó todo para mí. La pesadilla, la angustia. La muerte, el miedo… Sobre todo, el miedo. Más que la misma muerte,
mil ojos tiene el f.b.i.Aplicó el ojo a su visual circular, cruzada por dos rectas perpendiculares, cruzadas exactamente en su centro, minuciosamente graduado. Su pupila, el centro de ambas rectas y e
misión en los trópicosFrank Ellery, coninstrucciones concretas para ponerse en contacto con el agente federal RushSanders, en Nueva York, emprendió el vuelo desde la capital hacia la ciudad delos ra
morboEstálloviendo. Lluevemucho. Puedo contemplarme en el asfalto, negro y espejeante. Y en los charcos.Hay muchos charcos. Negros y redondos. Parecen insondables. Pero mis pieschap
morir es complicado—Su salud es a prueba de bomba, mi querido amigo —rió jovialmente Cameron Price, terminando el examen—. Puede seguir tranquilo, sin necesidad de recurrir a mí.—Lo suponía, doct
moriré mañanaEra el día de ventas más importante de todo el invierno, en Siracusa como en todas las ciudades, más o menos populosas, de la nación entera. Aquella noche, tránsito de unas hor
muerte en mamboPETER DALE vio por primera vez a aquella prodigiosa criatura que era Dora Castillo cuando se encontraba lo suficientemente sereno para admirar sus encantos. Se la mostró aquel
muñecas siniestras¿Qué significaban aquellas MUÑECAS SINIESTRAS que llevaban la muerte por de pasaban? ¿Quiéra tenía interés en apoderarse de ellas, y por qué? ¿Podría Dick Travers, un alcohólic
nadie era más rápidoSiempre es duro matar a hombres. Pero con la costumbre, ese trance se soporta mejor. Esa había sido de siempre la filosofía del individuo que ahora permanecía en pie, en medio
naipes mortalesLos disparos retumbaron en el nevado paisaje salpicado de abetos frondosos.Un caballo relinchó, asustado, encabritándose al oír las detonaciones, que despertaron después ecos d
nieblaHacía muchos años que no veía todo aquello: el Golden Gate, la Bahía, Alcatraz con sus cercos de gaviotas en derredor… En un tiempo, habían sido imágenes familiares, cosas de c
nieve teñida de rojoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
no pidas piedad al verdugoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
nosotros, el juradoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
ojos de hieloLa puerta de la celda se abrió. El peculiar chirrido del metal oxidado siguió al doble giro de la llave en la cerradura. —La comida, Brad —dijo el celador, entrando en el peque
operación cobaltoEl profesor Hans Hummel se puso perezosamente en pie y se quedó contemplando el gráfico del muro, donde aparecía, detallado en toda su amplitud y asombrosa organización, el nue
pasó un forasteroEl caballo se encabritó con un relincho. Su jinete tuvo que hacer grandes esfuerzos para evitar que diera con él en tierra y se precipitase al galope lejos de su dominio. El zi
pasos en mi pesadillaApreté el gatillo. Sonó como un taponazo. Como una botella de champaña abierta para celebrar algo. No hubo champaña. Ni espuma. Ni celebración. Ni alegría. No hubo nada de eso.
póker de muerteLa mujer de las medias oscuras echó una moneda en la máquina tocadiscos. Esta tardo un poco en funcionar. La aguja buscó la grabación, dentro del recinto luminoso. Ella llevaba
por la pista de ganadoMARCUS BARRINGTON juró soezmente entre dientes, soltó un largo salivazo amarillo, de tabaco de mascar, se echó el rifle a la cara y apretó el gatillo sin contemplaciones.Enfren
quebrada del truenoEl viajero clavó los ojos en el pintoresco letrero clavado a un lado del polvoriento camino. Estaba hecho de tablas pintadas de blanco, y sobre él campeaban las letras rojas, m
quema la tierraA veces, no es agradable volver. Para Brody, volver era una necesidad. Y un estímulo. Y una esperanza. La última. Volver significaba, acaso, vivir de nuevo. O seguir viviendo,
rancho de medianocheJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
red escarlata—No sé si tendré valor para hacerlo, Paul. —¡Es necesario, Eva! ¡Tienes que hacerlo! —Resulta fácil ordenarlo, Paul. Dirigirme a distancia, decirme lo que tengo que hacer. Pero
regreso a novaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
reportaje para el crimenUn hombre enamorado, un hombre que desafía el poder familiar para acudir a una cita que significa la mayor decisión de su vida..., ha sido muerto por alguien. El robo no se cue
réquiem de plomoLa sirena aulló, estridente. Incluso su sonido metálico parecía allí un extraño y lúgubre lamento, que rebotaba de muro en muro, hasta morir sobre las torres grises, sin lograr
réquiem por míEl órgano entonaahora una música trémula y solemne. Es el réquiem. Réquiem por el hombremuerto, por el hombre que ayer fue enterrado en Barnaby Hills, el hombre sobrecuyo ataúd
requiem por un g-manSe incorporó. La camisa se adhería a su piel a causa de la copiosa transpiración. El calor era intolerable. Incluso con aquel irritante ventilador zumbando en el techo de la ha
rojo es el asfaltoDejó atrás el control de entrada a Junction City. Era igual que haber cruzado una frontera o una divisoria territorial. Lugar gracioso, pensó el mocetón rubio y fornido que era
rosas para una muertaAYER visité la tumba de Marsha. Siempre visito la tumba de Marsha cada cierto tiempo. Cuando vengo a este país y puedo ir allí y depositar un recuerdo. Un recuerdo y una oració
ruinas bajo el solJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
ruta de bastardosLa pregunta no era fácil de contestar. Morgan Winslow, jefe de estación de Nueva Orleans, miró con perplejidad a quién le interrogaba. Miró en la distancia el resplandor de los
sangre de caínJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
sangre y plataJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
seguro de muerteEra pelirroja. La pelirroja más hermosa que jamás viera Aaron Ruark. La pelirroja capaz de hacerle desistir de sus obstinados proyectos de soltería. La pelirroja que arrebató s
senda de los mormonesTodo fue muy rápido. Tanto, que nadie pudo evitar la muerte. A pesar de que eran muchos. A pesar de que había amplio terreno para huir. A pesar de todo… nadie escapó a su trági
shark pidió venganzaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
sharonLa conocí aquel día invernal. Estaba nevando en las calles de Manhattan. Hacía frío, ese frío suave y casi apacible que sustituye al más intenso y crudo, anterior a una nevada.
si muriese al amanecerMartin Rice apretó los labios. Sus dedos estrujaron la carta. Imaginó un bonito titular, que podría cubrir una edición especial del “Daily Clarion” aquel mismo día: “¡Carta pós
sin tiempo que perderOí un golpe seco al dejar mi interlocutor el auricular sobre una mesa. Unos pasos sonoros, huecos, se alejaron por algún largo corredor del presidio. Aguardé, tenso, sin respir
sindicatoSe llamaba Dick Fullmer. Era el testigo. El único testigo. Solamente Dick Fullmer había estado presente en el lugar donde asesinaron a Joey LaMotta. Solamente él…
siniestra espiralIrguió sus seis pies de estatura, enfundados en el «tweed» arrugado y fuera de moda, y estiró la mano hacia un gabán de color gris azulado, tan rugoso y descuidado como el traj
su nombre era santa feNegras sombras. Alas desplegadas. Chirridos agrios, espeluznantes. Formaban un tétrico ballet aéreo, recortándose sobre el disco rojo, candente, del sol en el cénit. Los buitre
sube al ring y muereLA jungla de lona y resina. Las doce cuerdas. El ring. El mundillo denso, dramático, áspero, y tremendo del boxeo. Un ambiente idóneo como elemento dramático de primer orden. E
tahúrSí. Había sido un sano consejo. Lo malo es que no lo siguió. No del todo, cuando menos. Había llegado a Roscoe. Había pedido cerveza y cena. Había solicitado pienso para su mon
te veré en la morgue—ESTOY convencido, Wynter. Ella me engaña. Hace tiempo que me engaña, lo sé. Y quiero descubrirla de una vez para siempre. Eddie Wynter no, respondió de momento. Se limitó a ex
terror para las damasPARA Barney West, todo comenzó en febrero. Justamente el día uno de febrero. Pero el principio estaba ya en el mes de enero, en aquel frío enero que acababa de terminar veintic
tesoro sangrientoLa cabeza de Jim Dexter rodó por entre el oro, mientras las mismas manos feroces caían sobre sus compinches, antes de que éstos reaccionaran. Uno logró disparar y herir al enem
texas rangersVeintiuno de abril de 1836. Por auténtica sorpresa, Sam Houston gana la batalla de San Jacinto. El general mexicano Santa Ana, cae prisionero de los tejanos de Houston. Ante la
trampa a una sombraVIÓ enseguida las gafas oscuras. Gafas de vidrios totalmente negros, espejeantes casi. Montura de acero brillante. Gafas grandes, muy redondas. Apenas si dejaban adivinar la au
trampasJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
trece horasEran ya las seismenos cuarto cuando su «Dodge» verde penetró en el amplio aparcamiento deltransbordador de la Estatua de la Libertad. Adquirió un billete y subió abordo. Soplab
trópico ardiente—Adiós, amigos. Hasta nunca. —No digas eso, Shelby. Despídete como todos: «Hasta la vista»… —No habrá un «hasta la vista». No volveré nunca. —Bah. Es lo que dicen todos. Pero a
un alto forasteroEl grupo de curiosos reunidos en torno al pasquín recién clavado en el tablón de anuncios del puesto militar de Río Cobre, hizo entre sí los más diversos comentarios. Kansas er
un gringo llamado «muerte»Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
un lugar llamado muerteJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
un revólver para tiSolly North era demasiado impulsivo. Allyson Craig se lo había dicho muchas veces. Y también el veterano Thomas Graven, su compañero de trabajo. Y tantos otros, fueran del Litt
un sheriff fuera de la leyJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
un sheriff para la eternidadEl arma disparó. Fue como si dentro de su cráneo estallara un volcán. En realidad, no sintió apenas nada. Pero supo que estaba muerto. Lo supo una fracción de segundo antes de
un vengador en la calle—He venido a matar a un hombre. —¿Por qué? —Por lo que siempre se mata a alguien cuando uno no es un asesino. Por ajustar cuentas. —¿La ley del talión? —Algo así.
una dama y seis tirosLa novia vestía de blanco. Estaba hermosa. Muy hermosa.Velda Kingsley era hermosa de por sí. Pero aún lo estaba más con su vestido de boda. Resultaba lógico. Ella y sus amigas
una frontera, un trenLa cantina, la estación, el cobertizo, el establo y las vías. Eso era todo. Eso, y el sol. Y las chumberas, allá lejos, recortándose como largos vigilantes en el desierto. No h
yo fui ahorcadoJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
yo fui asesinadoTodo empezó con una carta. Cuando el viejo Jossie me entregó el largo sobre de color crema con una escritura irregular y precipitada, me pregunté, perplejo, de dónde conocía yo
yo maté a jesse jamesJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
yo pago tu lápidaJuan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
yo, el cadáverMiré a la enfermera. No supe qué responderla. Ni siquiera sabía cómo me encontraba. Pero preguntándolo una criatura como aquélla, había que responder algo, lo que fuese. —Creo
¡bésame, muerte!Tenía las manosrígidas, agarrotadas, colgando por los lados del lecho, como si hubiera queridoasirse a las dos pequeñas alfombras. Shelby entró en la habitación lentamente,en u
¡bienvenido, gringo!Juan Gallardo Muñoz, nacido en Barcelona en 1929, pasó su niñez en Zamora y posteriormente vivió durante bastantes años en Madrid, aunque en la actualidad reside en su ciudad n
¡dame plomo caliente!El apeadero ferroviario hervía bajo el sol ardiente. La mañana tenía un color dorado, casi rojo, y el leve vapor que subía al suelo calcinado deformaba a distancia las siluetas
¡divorciate y muere!El barman rio, agitando la coctelera niquelada y brillante. El conductor del autobús Los Ángeles-San Diego acercóse al mostrador frotándose las manos. Sobre su uniforme, el agu
¡ella sabe demasiado!—¡Vera, ponme un café bien cargado! Y un sandwich caliente. —Lo siento, Fred. Tendrás que conformarte con un sandwich frío. Es muy tarde. Ya debería de haber cerrado hace más d
¡silba, muerte, silba!Una novia, a las puertas de la iglesia donde va a casarse ve como su prometido cae muerto a causa de un balazo de procedencia desconocida, y procede a buscar y ejecutar a los c
¡tercera guerra mundial!Mi colaboradora y compañera de rodaje, la joven actriz y presentadora a quién yo eligiera para interpretar el primer papel en el guion, parecía realmente abatida, y era lógico
«blues» para el muertoUn creciente suspense llena las páginas de esta novela policíaca, centrada en el mundo de la música, y ambientada en su mayor parte en las tórridas playas de Florida. La suplan
«doc» diamondElsie abandonó la propiedad con paso rápido, encaminándose sendero adelante, a través de los pastos de la hacienda Ingram, en dirección a su pequeña propiedad cercana. Una prop
«drácula» westSe llamaba Balkan County. Condado Balcánico. Nadie sabía por qué. Acaso emigrantes procedentes de los Balcanes, muchos años atrás, cuando las nuevas fronteras del Oeste, lo bau
«pop» para el terrorHelga no pensaba aprovechar la «ocasión» del avispado comerciante del cementerio para desguaces y para liquidar lo poco aún utilizable. Helga no era una chica que se preocupara