Por entre altos pinos, dándose prisa por alcanzar la densa sombra de la parte más baja del valle se abría alegremente paso un arroyo brillante, claro y fresco. La hierba jugosa
A lo largo de la tortuosa senda de la tranquila meseta, apareció un joven montado en un potro pinto, con manchas muy extrañas. El jinete parecía muy fatigado, aunque sus ojos b
En aquella noche de diciembre, un suave y cálido vientecillo acariciaba los espesos muros de la antigua casona. La silenciosa y oscura callejuela de los Chapetones, donde se le