PAÍS LIBRO

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jackson gregory

el atajo de la muerte

Por entre altos pinos, dándose prisa por alcanzar la densa sombra de la parte más baja del valle se abría alegremente paso un arroyo brillante, claro y fresco. La hierba jugosa que crecía abundante en sus orillas, enverdecida por la reciente embalsamaba delicadamente el aire con el aroma de las innumerables flores que la esmaltaban. Sobre todo ello derramaba el sol su viva luz tibia. El azul del cielo parecía más intenso por el contraste con las grandes nubes blancas que resbalaban lentamente por su bóveda.