j. tell
a fuego lentoDe repente comenzaron a sonar estridentemente las señales de alarma. El vigilante de la planta baja fue el primero en reconocer la causa. ¡Fuego! Una densa humareda ascendía po
babel del crimenLARRY dirigió una mirada circular a los reunidos. Le gustaba el grupo. Había seleccionado bien a los «muchachos». —¿Para qué nos quieres, Larry? —La voz de Bud Menzies parecía
corpus delictiInvestiga ese caso, Erwin, investígalo. ¿Me lo prometes? Benson se moría. Su respiración, el estertor que escapaba de su garganta, raspaba en el oído de su compañero Erwin Muff
el imperio de la bestiaUnos maniquíes se proyectan en «trifolux» a la oscura masa atmosférica y visten y desvisten unas capas refulgentes, a base de «Gliso», la fibra mezcla de glitén y seda. Bolígra
factor decisivoEl hombre que tenía confianza en sí mismo y en su capacidad para alterar el curso de los acontecimientos, lanzó una seca carcajada y se echó hacia atrás, para decir: —Yo conozc
final implacableEstudiaba a la mujer, y la fría desazón que tuvo en un principio se acentuaba. Era joven, de pelo y ojos negros, y en cualquier otro momento se hubiera admirado de su belleza.
los rurales están aquíEN el cuartel de la Décima Compañía de Rurales, se recibió el aviso de lo que estaba sucediendo en Corn Corner la tarde de un día de finales de agosto, cuando en la oficina se
operación «rescate»Mi primer servicio como agente del F. B. I. me llevó a Miami, lo que no es mala cosa si se considera que algunos compañeros han ido a parar a Groenlandia o al Congo. Miami... B
sangre malditaSONY Prescott se había alzado con un millón de dólares de la banda de Uppton Frodd «El Tipperary», producto del asalto que llevaron a cabo sus «muchachos» en el pabellón del go
un hombre va a morirUna limpia mañana de abril, un hombre cruzaba apresuradamente por el Home Park, de Windsor. Asistió, confundido entre el público, a una ceremonia en la que estuvieron presentes
¡que viene bronco!EL ambiente en el almacén de Boogh era tan espeso que, según expresión gráfica de Allormy, el granjero, «las palabras se clavaban en él». Aquello podía tomarse como una declara
…integridadLos torsos desnudos de los dos hombres brillaban sudorosos bajo la luz amarillenta que arrojaba la única bombilla que alumbraba el recinto. Milton Rubel se volvió a mirar a su