operación «rescate»
Mi primer servicio como agente del F. B. I. me llevó a Miami, lo que no es mala cosa si se considera que algunos compañeros han ido a parar a Groenlandia o al Congo. Miami... Bueno; ya saben ustedes lo que es Miami. El sueño de toda joven que posea un par de piernas bonitas. No, maldita sea. Me sería sencillo asegurar que soy una belleza. Pero no quiero que si alguna vez llegan a verme queden defraudados. La sabia naturaleza—lean la «estúpida»—me escatimó todos sus dones.