PAÍS LIBRO

Autores

rocco sarto

los cruzados del tiempo

La tormenta no parecía debilitarse y hasta donde alcanzaba la vista, todo era blanco y helado. Los árboles resistían como espectros resignados el embate feroz del viento y su aullido amputaba cualquier otro sonido. A derecha e izquierda se abría la estepa pálida, ligeramente ondulada por el oleaje de la nieve fina sometida por el vendaval. Una bruma ligera flotaba a ras del suelo, alimentada por el polvo fantasmal de la nieve impenitente y taladraba las perneras del traje impermeable de los dos hombres.