PAÍS LIBRO

Autores

rocco sarto

asalto al planeta negro

Se despertó convencido de que su cerebro había dado con la clave. Todavía no sabía de qué clave se trataba, pero tenía la certeza de que allí, en esa masa encefálica desconocida, mínimamente conocida, allí estaba la respuesta. No encendió la luz, ni siquiera se movió. Procuró restablecer el contacto que lo había despertado. Eludió el temor sordo que indicaba claramente que cualquier emoción ahuyentaría aquel conocimiento extraño, profundo y... vital, que había alcanzado mientras dormía, cuando ese ochenta por ciento de materia gris, cuya función y posibilidades, todavía no estaban demasiado analizadas, latía con ritmo propio en busca de senderos que el hombre despierto ni siquiera podía imaginar.