su última jugada
Durante los tres últimos días de aquella semana de noviembre, los acontecimientos se sucedieron a una velocidad vertiginosa. El guardia Edwin que cruzaba a las siete y media de la mañana el City Hall Park, en dirección a Centre Street, se extrañó un tanto al observar entre las últimas sombras de la noche, que la mañana no lograba concluir de ahuyentar, a un individuo tranquilamente sentado en uno de los bancos.