mi herencia de crimen
ME llamo Martin Stuart, tengo veintidós años. Escribo estas cuartillas cuando todo ha pasado. Parece cosa de novela, pero no es más que la verdad. Ahora, en este pequeño cuarto de pensión, repaso toda mi vida y me doy cuenta que el absurdo de mi anterior existencia va esclareciéndose para dejar paso a la esperanza. He nacido en una casa triste del Soho londinense. Desde pequeño no he conocido más que el hampa y la delincuencia. Mi madre trabajaba en un «night-club» y apenas nos veíamos. Me trataba despegadamente y no era raro que se le escapara algún golpe.