ME llamo Martin Stuart, tengo veintidós años. Escribo estas cuartillas cuando todo ha pasado. Parece cosa de novela, pero no es más que la verdad. Ahora, en este pequeño cuarto
Corrió por los pasillos. Los segundos que esperó al ascensor le parecieron siglos. Se bajó en la tercera planta y volvió a correr. Halló el ciento setenta al final del corredor