desde el más allá
Frank Conrad metió la punta de la plegadera en una esquina del sobre y lo rasgó con un movimiento preciso que repetía innumerables veces cada mañana, cuando abría la correspondencia. Desde hacía tres días el correo había aumentado con la afluencia de cartas de pésame de distribuidores, agentes comerciales y clientes que expresaban su condolencia por la trágica muerte de Alistair Champion, presidente, y prácticamente, dueño absoluto de la “Ceylon’s Tea Company”, empresa importadora del té ceilandés.