en busca de la ciudad del oro
—Y tú aseguras que allí hay oro —preguntas. —Todo cuanto quieras —contesta el indio—. ¿No has oído hablar de la ciudad de Manoa? —¡La Ciudad de Oro! —dice asombrado tu primo—. La leyenda hecha realidad. —¿Pero de qué estás hablando? —preguntas perplejo. —¿Acaso no has oído hablar nunca de Eldorado, la antigua ciudad jamás encontrada por los conquistadores españoles? —contesta tu primo—. Se dice que los edificios estaban construidos de oro y piedras preciosas. Debemos ir en su busca. ¿Qué motivos guían al indio para indicaros el camino del secreto más celosamente guardado por su pueblo? ¿Serán solamente sus deseos de venganza, o tal vez os lleve derechos hacia una premeditada trampa?