la cabaña de vance
Set Daffie, de cara siniestra y larguirucho cuerpo, refunfuñó algo y se fue al mostrador, mientras su jefe, sentado a una mesa, vaciaba de un trago media botella de «gin». Sin preocuparse de la atención que había puesto en su persona el peligroso bandido Daffie, continuaba Vance su francachela. Estaba rodeado de las más bellas damitas que pululaban por el «Doll’s Saloon», que hervía de gente en aquella tarde de fiesta.