el guerrillero de tejas
Podemos ver a Santa Ana en el momento en que toma cuerpo una de sus más célebres anécdotas. Ha habido quien posteriormente le ha atribuido la ocurrencia al millonario norteamericano Morgan, pero lo cierto es que, sin negar a este su paternidad, el gracioso incidente lo promovió Santa Ana por primera vez en la ciudad de Méjico, al mes siguiente de subir al poder. A Morgan le faltaban todavía algunos años para venir al mundo.