la invasión de los antroposaurios
ERA un verano tan tórrido que los pajarillos de Vanner Park caían de los árboles, asfixiados. Precisamente hacia el 20 de julio, Evan Harper estaba haciendo las maletas, dispuesto a gozar de sus vacaciones estivales en un clima más benigno, cuando recibió la llamada del comisario Croftson. —Olvídese de las vacaciones por el momento, Evan. Le necesito. Venga urgentemente a comisaría —le indicó su jefe. —¡Pero…!