PAÍS LIBRO

Autores

kelltom mcintire

jugada suprema

Ahora mismo no sé qué voy a hacer. Si alguien me preguntara por mi estado de ánimo, diría que me encuentro desesperado. Y tengo motivos para sentirme así: el lunes me encontraba en Montecarlo, jugándome un centenar de miles de francos al póquer abierto. En cambio hoy, sábado, me encuentro en la prisión, con una acusación por asesinato…