la muerte acecha en paris
La gran urbe, la más cosmopolita del mundo, brillaba como un, ascua de oro. Consultó el reloj. Las diez horas, treinta minutos. Al fondo, brillante, completamente iluminada, la torre Eiffel; en el interior del coche, un taxi, Jeff Burton miró, una vez más, por la ventanilla, pensando velozmente. Se estaba acercando a su destino, al principio de su destino.