PAÍS LIBRO

Autores

j. gubern

el último escuadrón

ESTABA terminando un mes crucial para la historia de los Estados Unidos. Abril de 1865. El día 9 se había rendido Lee, jefe supremo de los ejércitos del Sur, a su enemigo Grant en Appomattox. El 14, un fanático asesinó de un pistoletazo a Abraham Lincoln mientras asistía a una representación teatral. La terrible guerra separatista, con su medio millón de soldados muertos, estaba dando sus últimas boqueadas. Solo Johnston, que con 40.000 hombres estaba frente a Sherman, continuaba la lucha tenazmente. Pero todo se hundía, todo se desmoronaba a su alrededor: al final del año último se habían verificado en el Norte nuevas elecciones presidenciales y los separatistas, que creían y deseaban que sus enemigos fueran dominados por el desaliento y la fatiga, vieron con horror que Lincoln era reelegido y su partido, el republicano, mantenedor de la guerra y ferozmente opuesto a la esclavitud, continuaba en el poder; por otra parte, Jefferson Davis, el presidente del Sur, llegó a decir que era imprescindible llamar a las armas a 50.000 negros, puesto que los blancos no bastaban para cubrir las bajas. Estos negros quedarían emancipados en pago de sus servicios y el Estado pagaría una indemnización a sus dueños, pero los rígidos esclavistas, para quienes un negro era una cosa y no una persona, vieron en tal medida una traición a los principios que defendían. Hambre, falta de soldados y de toda clase de recursos, agotamiento tras tantos años de sangrientas batallas, desmoralización, estos y otros muchos factores llevaban a la Confederación esclavista hacia el desastre.