el nieto de frankenstein
Habías quedado con tus amigos para ir a remar al estanque del parque que habían inaugurado recientemente en tu barrio. —Espero que encontremos una barca libre —le dijiste—, pues casi siempre están ocupadas. El parque estaba muy concurrido, pero solo Javi había acudido a la cita. —¿Dónde están los otros? —le preguntaste. —Se han rajado.