Habías quedado con tus amigos para ir a remar al estanque del parque que habían inaugurado recientemente en tu barrio. —Espero que encontremos una barca libre —le dijiste—, pue
—¡Vamos, levántate! —te dice tu madre, abriendo las cortinas de tu dormitorio. —Todavía no ha sonado el despertador, mamá— te frotas los ojos, medio adormilado. —¡Claro que ha