gritos en la nada
Era un viaje perfectamente rutinario. Como tantos otros, hechos una y otra vez anteriormente. Ninguna novedad a bordo, nada nuevo que alterase la monotonía de aquel periplo que, si en un tiempo resultara fascinante, ahora comenzaba a aburrir. —Y eso que dicen que el espacio es algo deslumbrador y mágico, una dimensión distinta, en la que el hombre se siente casi un mago —comentaba sarcástico Rand Hammond.