lanza de fuego
El hombre tendido en el camastro tenía barba de varias semanas, ojos hundidos, rostro cerúleo y demacrado. Sudaba a mares, consumido por la fiebre. De sus agrietados labios brotaba de vez en cuando un gemido, aunque se esforzaba por reprimirlo. Junto a él, su camarada Rennie Kilbourne, más conocido por «Sour», trataba de infundirle ánimos.