PAÍS LIBRO

Autores

alf manz

forajido

Como cuatro centauros fantasmales galopaban en aquella tibia noche, bajo el cielo estrellado de Missouri. Las herraduras resquebrajaban la reseca costra del camino a Greensburg. Atrás quedaba una estela de polvo flotante sobre la hierba agostada. Durante un rato, el mundo animal permaneció instintivamente paralizado por el retemblor del suelo. Después se reanudarían las cacerías nocturnas en la feroz lucha por la existencia. El más adelantado de los jinetes coronó una loma. Un pequeño valle apareció ante sus ojos. Masas de arboleda y lienzos oscuros de cultivos. Al fondo, un leve resplandor sobre las siluetas rectilíneas de unos edificios: Greensburg.