PAÍS LIBRO

Autores

alex simmons

¡ganador!

Pasaron cinco años... Al pie de los Monitor Range se alzaba, como siempre, el rancho de los Kimbell, dedicados por entero a la cría de ganado vacuno, especialmente de vacas destinadas a la producción láctea. No podía quejarse Robert Kimbell de la marcha de los negocios. En la última década había conseguido duplicar sus ganancias. Y la alta calidad de la leche que obtenía de sus vacas había ido dando a su nombre —«Kimbell-Milk»—, una fama merecida. Aquella mañana, a bordo de su gran Ford-Station, Robert regresaba del aeródromo de la pequeña ciudad de Ely, a la que había ido a recoger a su hijo Luther, quien regresaba de Chicago donde había terminado sus estudios de ingeniero agropecuario. Luther era casi tan alto como su padre, aunque menos fuerte y más esbelto. Tenía el cabello del mismo color pajizo que Robert, pero sus ojos eran oscuros, en vez de azulados como los del hombre.