PAÍS LIBRO

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spencer curtis

jinetes de bronce
LA caravana estaba formada por seis galeras nuevas, recién pintadas. McCracken era el guía. McCracken; un hombre alto, enjuto, de rostro huesudo cuyos rasgos recordaban el de u
johnny burke ha vuelto
EL jinete paró su «nevado». Sí, era allí. Justamente allí. Él no lo había olvidado jamás en el transcurso de aquellos años, y por eso estaba absorto mirando el madero roído con
¡la muerte en mi colt!
EL hombre alto, desgarbado, de ojos grises y fríos como la muerte, dijo: —Dos ataúdes de tercera. No pienso gastar más dinero con vosotros, ratas. Lo que sucedió a continuación