m. saavdrovitch
destino: la muerteLos cinco hombres se aproximaron al fuego. Iban al trote corto. Junto a la hoguera, el hombre soltó la cafetera y se incorporó al oír el ruido de los cascos. Trató de taladrar
el caso de la daga invisibleMi nombre es Bill Mac Patrik y mi profesión matar el tiempo. Quiero decir con esto que me ocupo en varias tareas a cuál más agradable. Cuando la guerra mundial estaba prestando
genio blake contra la mafiaEl lujoso Hotel Ambassador, en Miami, tenía un jardín más que espacioso y estaba dotado de tres piscinas. Ahora, en plena temporada, ricos ociosos de todas las partes de la Uni
la fórmula xERA un lugar extraño, rodeado de misterio. Las conversaciones de los hombres que allí había sugerían la existencia de una era que aún no había llegado. «Puerto Espacial número
pasto de buitresEl reptil atacó súbitamente, con la velocidad del rayo. Aquel viejo, un «rata del desierto» a juzgar por su apariencia, había llegado junto al riachuelo media hora antes, casi
tierra prohibidaEL desierto no era llano. Presentaba ondulaciones frecuentemente, y había promontorios que casi podrían llamarse colinas. Roderick Stewart detuvo su caballo y lanzó una larga y
zarpamos de madrugadaRESULTA extraño que uno no se acostumbre a su nueva profesión cuando esta es obligada por las circunstancias. Y ese es mi caso. Mi profesión fue, hasta 1939, ingeniero de minas