h. onson
frente a su propia sangreLa base de Pearl Harbour yacía bajo el humo del ataque japonés. Aún no habían callado los estallidos de las bombas ni el ronquido de los motores de los ceros{1}. Desde el puert
hombres sin esperanzaEL paisaje nevado de Corea, batido por los obuses, se extendía en torno al grupo de soldados que permanecía pegado a la tierra, esgrimiendo las armas. El joven capitán que los
la fortaleza de singaporeEl lujoso automóvil paró sin la más levé sacudida. Un chófer uniformado descendió presuroso, corriendo a abrir la portezuela. Molly Sanders descendió del vehículo. En su rostro
los aventureros del aireLa guerra en China parecía un mal endémico. Tras la derrocación de la dinastía imperial en 1911, el inmenso país no conoció la paz ni la ocasión de reconstruirse. Entre sí comb
patrulla de asaltoLa noche era lóbrega y fría. Grandes nubarrones cargados de lluvia cubrían el cielo, y una luna pálida asomaba entre ellos iluminando a intervalos con su fantasmal fulgor el in
varsovia en llamasHacía frió. Eva se alzó el cuello del abrigo de verano y avanzó por las calles. La gente que se cruzaba con ella le dirigía una breve mirada y seguía su camino. Comenzaba a osc