el amanecer del alma universal
Somos parte de algo y no hay palabras que puedan definir de dónde procedemos, realmente, pero somos universo. El universo late, como un corazón lleno de vida, y esta vida son partículas del infinito. Usad toda la fuerza de espíritu para ser partículas en una inacabable renovación: partículas del polvo de estrellas desconocidas y presentes en el ahora inmortal. El Alma Universal es infinita; el amor es el Alma Universal y este amor es fortaleza para el alma humana. El Alma Universal ama; nosotros debemos aprender a amar. Sin embargo ¡cuántos seres humanos se pierden en el laberinto de la ambición, la codicia, la envidia, el odio, el rencor, la vanidad y el orgullo! El egocentrismo y el miedo les impide percibir la profundidad de la belleza de la creación. ¡Que espíritu tan incipiente el de aquel que sólo anhela la seguridad material y cuánto sufrimiento produce el anhelo! El esplendor humano sólo puede existir cuando se ennoblece el espíritu, a través del amor. El odio muere, el amor del Alma Universal Universal, jamás; él es perenne. Encontrad el sonido del amor en el interior de cada uno y desapegaros de las inclemencias internas. Cambiad junto con los cambios de la vida. El Alma Universal siempre está cambiando; ella es la educadora principal y por excelencia. ¡Ved, sentid…! Una vez más, os digo que lo desconocido debe ser descubierto de instante en instante, porque es ahí donde aprenderéis. Mirad hacia vuestro interior; la ruptura total con el sufrimiento reside en el abandono de lo que fuisteis. Con el amor que hay en los corazones, de aquellos que se han entregado, allá donde esté el Alma Universal, vuestra alma os espera en el infinito. Seguimos viajando hacia lo desconocido...