cementerio de árboles de navidad
Hay veces que, aunque lo pongas todo de tu parte y cuentes con el apoyo del más listo de tus amigos, no puedes salir del lío en el que te has metido. Necesitas la ayuda de muchos seres, y no solo los de este mundo. Las fiestas se han acabado, pero las luces de Navidad siguen encendidas en las calles de Frosty Hollow. A Ginkgo Abe-To Murakami le resulta mucho más difícil superar la partida de su madre. Tal es su abatimiento, que ese viernes por la noche, volviendo a casa con el bus del instituto, era la candidata perfecta para ser víctima del Monstruo de las Luces sin Alma. Se trata de un demonio del que únicamente te puedes liberar cuando surge en ti un nuevo brote de alegría. No necesitará Ginko mucho tiempo para encontrar un motivo por el que luchar, un reto que le devuelva el ánimo y las ganas. Está muy cerca de casa, en el Cementerio de los Árboles de Navidad. De hecho, los árboles nunca le fallaron. Ella tampoco puede fallarles ahora. Pero sólo con la complicidad y los recursos tecnológicos de Kili Krilin -el más friki de las pelis, series, cómics, videojuegos y, sobre todo, su mejor amigo-, Ginko podrá encontrar la fuerza para hacer justicia a esos árboles a los que tanto ella como sus antepasados deben la vida. Para conseguirlo, no solo deberá echar mano de habilidad e ingenio, sino fundamentalmente de mucha valentía, la que se necesita para decir adiós y dejar que nuestros seres queridos sigan su camino. Aventura, misterio y un ritmo trepidante son los ingredientes principales de esta novela sobre la búsqueda de la identidad y el poder de los vínculos que nos unen a nuestros antepasados y a la naturaleza.