repoker de asesinos
La oscuridad en el interior de la sala de fiestas fue completa hasta que al compás de la música de percusión las luces comenzaron a iluminar débilmente para ir subiendo a medida que los potentes altavoces difundían el creciente ritmo. La sala se tiñó de una tonalidad escarlata, para convertirse seguidamente en un azul pálido y pasar a otro más intenso. Tomó después de suave amarillo, para pasar a un rosa discreto. La música estaba llegando al máximo de su volumen y aparecieron los cuatro potentes focos que desde alguna parte inundaban por completo la plateada cortina del escenario.