detective sin licencia
En el bar La Bola Negra, Ernie Dolan escribía unas cuartillas, sentado en mangas de camisa, con una copa de cerveza delante de sí y una estupenda rubia de ojos azules y cuerpo moldeado. La muchacha agitó las piernas que la minifalda apenas cubría, con intención de llamar la atención al escribiente.