PAÍS LIBRO

Autores

thomas b. dewey

el rastro del trovador

La muchacha había perdido a su novio que tocaba la guitarra, pero él le había dejado el legado más mortífero de todos: el miedo. Y ahora me tocaba a mí protegerla de los matones portadores de armas que la seguían implacablemente. ¡Matones, músicos folklóricos y homicidios!