menús conscientes
La primera vez que vi a Suzanne eran las siete de la tarde de un miércoles invernal. Faltaban pocos minutos para que empezase mi habitual conferencia semanal en el Centro Clínico Naturista Escuela de Salud de Barcelona, y vino acompañada por uno de mis alumnos, asiduo a ellas. Las preguntas inteligentes que me hizo aquella inglesita rubia y de buen ver me sorprendieron gratamente... Después supe que no era inglesa, sino irlandesa y con carácter, como la protagonista de El hombre tranquilo (The Quiet Man, John Ford, 1952). Así comenzó una larga amistad alimentada por una pasión compartida: el estilo de vida higienista y la nutrición natural.