la oscuridad de dalkeith palace
En ocasiones, los lugares guardan entre sus paredes sucesos escalofriantes, terribles y deplorables. Recuerdos que todos quisieran olvidar, pero al mismo tiempo, se convertían en leyendas para aprendizaje del pueblo, para que se alejaran de los peligros. Eso era lo que ocurría con Dalkeith Palace, la residencia de los duques de Buccleuch, hombres terribles, condenados a una soledad que venía acompañada con la muerte de las mujeres que se atrevieran a amarlos. Nadie debía casarse con esos hombres, las leyendas servían para enseñar a las niñas lo que no se debía de hacer. Sin embargo, no todas escuchaban y, cuando Kayla Hamilton llegó a la propiedad, aparentemente casada con el nuevo duque, las personas del pueblo no podían hacer más que rezar y esperar a que esa mujercita no se convirtiera en un nuevo fantasma del que debieran temer. Porque nadie podía librarse de los que eran llamados "la encarnación del mal". Aquellos que portaban los terroríficos ojos negros.