tres diosas quieren matarme
Hacía unas semanas que yo veía en la tele, por las noches, a un tío que tenía la misma profesión que yo, es decir, investigador privado. Un tío que recibía cada guantazo de espanto, pero al que nunca acababan de matar. Y yo me decía muchas veces: «Si a mí me atizan la mitad que a ese fulano, me derrito».