siete horas de vida
DOS CONDENADOS A MUERTE JUGARON A UNA PARTIDA QUIEN SERIA EL PRIMERO EN SENTARSE EN LA SILLA ELECTRICA... ...y perdió Jackie Morgan, el hombre que poco más tarde había de fugarse de Sing-Sing... Al otro condenado le quedaban a partir de aquel momento SIETE HORAS DE VIDA. Y los hombres del F. B. I. se lanzaron sobre la pista de Morgan como lobos hambrientos, para cazarlo antes de que las siete horas expirasen. Pero en Nueva York viven muchos millones de seres y hay muchos centenares de guaridas. Y de aquella persecución dramática había de surgir la sorpresa más grande que registra la historia policíaca de los EE. UU.