no lleves flores al muerto
Luigi Bertone, miembro de la Cámara de Representantes elegido por el Estado de Nueva York, alzó su copa y pronunció el brindis final en aquella noche apoteósica, la noche en que se reunían para la gran cena anual los representantes de todas las asociaciones de la moralidad pública de la costa atlántica de Estados Unidos. —Nos hemos encontrado aquí —dijo—, para reafirmarnos en nuestros propósitos de que la moral, la decencia y los valores espirituales de Estados Unidos sean mantenidos. Nosotros, representantes de todas las asociaciones que velan para que este país no se corrompa, prometemos seguir luchando contra las drogas, el alcoholismo y especialmente contra la prostitución, que consideramos una de las lacras de la humanidad. Brindo por la perfección moral de este país, por el buen orden dentro del mismo y por la abolición de todas las formas del vicio. Que la suerte nos acompañe