PAÍS LIBRO

Autores

silver kane

mujeres para la muerte

Ella paseó sus manos un poco trémulas por los anchos hombres de Johnny Klem. Ella ya no era una palomita. Había vivido antes situaciones como esta, y todas terminaban de la misma manera. Estaba dispuesta a que esta terminase también. Pero la verdad era que no recordaba haberse encontrado nunca con un hombre tan atractivo, tan fuerte, tan con aquel algo misterioso en los ojos.