los gatos
La primera idea de que las cosas tal vez no irían demasiado bien, la tuve ya, al tercer día de encontrarme en Folkestone. Pero entonces no podía imaginar aún que llegaría a producirse aquella especie de siniestra pesadilla. Entonces no podía ni barruntar todo aquel horror. Folkestone está a poca distancia de Kansas City, en un lugar tranquilo, cercano a un lago al que llegan a temporadas los patos salvajes. En Folkestone hay una posada llamada Los Cazadores, y en la posada un único huésped que era yo.