la escalera de caracol
Phil, director adjunto de la «Reynols Insurance Co», oprimió uno de los botones del dictáfono y dijo: —Míster Hodgson, haga el favor de venir a mi despacho. Míster Hodgson entró minutos más tarde. Era un tipo así de alto, así de ancho y así de bestia. Había llegado a jefe de personal de la «Reynols» a base de no faltar un día, de no ponerse enfermo nunca, de decir «sí» a todo lo que ordenaba el jefe y «no» a todo lo que los empleados pedían. Tenía cara de tigre, pero eso no se lo decía nadie. Phil se retrepó en su asiento para decir: —Va a haber trabajo extra, Hodgson.