el monstruo de beverly hills
Bonnie, la hermosa secretaria de la Waldorf Inc, editorial especializada en revistas sólo para hombres, se tensó al salir de casa la media que se le había desenganchado y dirigió una mirada de soslayo al coche que estaba estacionado justo a la entrada de su garaje. Era un coche vacío, mal aparcado, y que parecía haber sido dejado allí de cualquier manera, por un borracho.