el asesino más sucio de kansas
El hombre que estaba junto a él dio una palmada a las ancas del caballo y el animal salió disparado, dejando en el aire al que hasta entonces había sido su jinete. Se oyó un ronco gemido y la cuerda quedo tiesa. Lo demás fue muy rápido. Y los hombres reunidos allí estaban tan acostumbrados al espectáculo que ni siquiera lo miraron. Una contracción de todo aquel cuerpo.