con el dedo en el gatillo
Sy Brent, a lomos de su caballo blanco, al paso, se dirigía a Dayville, Oregón, a lo largo de un ancho camino bordeado de pinos. Nosotros sabemos que el caballo de Sy era blanco, pero en aquellos momentos su piel parecía gris, debido al polvo acumulado durante el camino. También el aspecto de Sy Brent dejaba mucho que desear. Sus ropas sucias no le favorecían precisamente, ni su barba de varios días. Y no digamos de su sombrero, abollado, sudado, sin forma.