mi chica
El sol, la playa y un hombre exquisitamente guapo es todo lo que se necesita para unas vacaciones inolvidables. Y bien lo sabe, Siena, que se encontró de frente, mejor dicho, al lado de su odioso, arrogante pero sensual boleto a la diversión. Serían diez días de vacaciones para divertirse a lo grande y después volver a la vida de adultos que les esperaba. Así que no había mucho que pensar, cada día sería vivido intensamente. Bikinis diminutos, alcohol y risas elevaron la temperatura y los hicieron vivir una hermosa aventura romántica, que pasó de ser un juego caliente a algo real. Cada día era más intenso y romántico que el anterior y las mariposas en el estómago no tardaron en aparecer, pero un día más era también un día menos. Y esa última noche definiría por completo que pasaría entre ellos. ¿Eran suficiente diez días para enamorarse? ¿podrían estar lejos por tanto tiempo sin que eso les costara la relación?