PAÍS LIBRO

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ruediger dahlke

la enfermedad como símbolo

La mejor medicina para el hombre es el hombre. El grado supremo de la medicina es el amor. Paracelso La idea de utilizar cuadros patológicos como oportunidades de crecimiento en el camino del desarrollo es ancestral, y su esencia puede encontrarse ya en los escritos sagrados de diferentes pueblos. En nuestra época, la decadencia de la religión y el camino triunfal emprendido por la medicina científica la habían dejado a un lado, y en parte relegada al olvido. Sin embargo, este principio ha experimentado un nuevo impulso con la publicación por primera vez, en el año 1983, de La enfermedad como camino. Ampliado, y más elaborado, comienza incluso a admitirse en las consultas de los representantes de la medicina académica. En el círculo de los terapeutas de orientación naturista y psicológica gozaba ya de aceptación desde mucho antes. Pero este arte antiguo y redescubierto de la interpretación de las enfermedades no lo han implantado, tal y como cabía esperar en un principio, los terapeutas profesionales, sino los mismos afectados. Los pacientes llevaron el método a sus terapeutas, la mayoría de los cuales al comienzo se mostraron reacios a seguir un camino tan sencillo y obvio aunque hacía mucho que existían ya pruebas de la importancia de la interpretación de la enfermedad. Como puso de relieve Viktor Frankl: «El “deseo de sentido” es innato a la vida. Cuando se consigue interpretar el sentido, se vence mejor la enfermedad».