PAÍS LIBRO

Autores

rebeca montes

ojos bicolores

Un día, bajo las luces decadentes de un bar de mala muerte, William lo conoció. Él tenía ojos enormes que le recordaron a un animal perdido y desamparado. Ojos bicolores que parecían pertenecer a una persona sacada de algún cuento Disney. William bailó con él, y lo besó. Y aquel chico lo miraba como si lo quisiera. A él, a Will. A quien nadie quiso antes. Solo que entonces descubrió que aquellos ojos grandes no pedían por él: el chico estaba enamorado de su gemelo. Ángel llegó a Madrid en busca de un sueño. Por el camino se enamoró de un imposible, pero no importó, porque allí, entre los humos de una discoteca, lo conoció a él, a William. Y William le mostraría entonces todo lo que el amor puede ofrecer a un corazón herido a causa de memorias ya olvidadas. Porque a veces las sombras son mucho más humanas de lo que nos gustaría creer.