corazón kamikaze
Y quizás tienen razón los que dicen que soy una loca kamikaze, que te regalo demasiada munición para quebrarme. Y me da igual. Puedes golpearme, doblegarme. Intentar matarme. Seguiré en pie hasta mi último aliento. Así. Perdida en vértigo. A corazón abierto. Ya no me importa nada. Solo quiero vivir cada instante sintiendo que me falta el aire. ¿De qué sirve contenerse? ¿De qué vale la cordura? ¡Puedes desangrarme! Solo soy un corazón kamikaze ardiente de latidos acelerados.