PAÍS LIBRO

Autores

ralph barby

los salvajes de la moto

La recepcionista de la clínica fundación McThe recibió a Neil A. Witman con la más amplia, amable y obsequiosa de sus sonrisas. Tenía el nombre de Witman apuntado en su bloc, fuera del alcance de quienes se adentraran en la clínica, pero aunque no lo tuviera anotado, habría bastado ver a Neil A. Witman para sonreírle con la mayor de sus coqueterías femeninas. Neil A. Witman pasaba casi un metro por encima del mostrador y éste tenía hasta el suelo también un metro, de modo que si el hombre no medía el metro noventa, poco le faltaría.