la ley no olvida
Como grandes manchas en el cielo, podían verse unas nubes oscuras, alargadas, separadas unas de otras como islas que juntas formasen un archipiélago celeste. Al oeste, el sol perdía fuerza, se anaranjaba. Harry W. Shaper entró en la pequeña ciudad de Colby City haciendo avanzar su montura al paso. Más de dos pares de ojos se fijaron en el jinete forastero. Era alto, y aún lo parecía más sobre el caballo de patas largas, cruz alta y fina estampa. También ayudaba a que pareciera más alto la chaqueta oscura, casi negra, de largos faldones.