el circo
Sin embargo, quien más sintió la llamada, quizá el aviso del desconocido animal, quizá un lobo, quizá una bestia extraña y perdida en aquellos bosques pródigos en árboles, ubérrimos en matorrales, fue Goliath, el gorila híbrido que se puso en pie, con la espalda ligeramente encorvada.Agarró los barrotes entre sus manazas y comenzó a sacudirlos, mostrando una fiereza desacostumbrada. Su boca se abría, mostrando los amenazadores colmillos.Los músculos de sus brazos se hinchaban, sus huesos semejaban crujir y los barrotes comenzaron a ceder…